De pequeños , cualquier pequeño gesto , objeto , palabra , hacía estallar un sinfín de pensamientos e ilusiones en nuestra mente .
Cada juego , era una gran batalla que había que ganar , uno para todos y todos para uno , empleando cada movimiento de nuestros pequeños pies en correr torpemente por salvar a los demás .
El escondite , uno , dos , tres , cuatro .. todos corríamos a escondernos como pequeños cervatillos . Tras una cortina , debajo de una mesa , con las manos sobre la cara , creyéndonos auténticos magos del escondite . Cinco , seis , siete , ocho … La tensión y los nervios eran indescriptibles , pensando : " queda poco , ¡ me van a encontrar! " . Nueve y... ¡ Diez ! con esa palabra comenzaba la caza , el juego había empezado y no había marcha atrás .
O cuando jugábamos con nuestras delicadas muñecas , nosotros éramos sus papas y sus mamas , sin pensar un solo segundo , en lo difícil que es en realizar cumplir esta labor .
De pequeños , todo era un juego para nosotros , pero no tardaríamos en descubrir , que en realidad , es cierto . Nosotros somos el juego , que tarde o temprano , llegará a su final .
No hay comentarios:
Publicar un comentario